octubre 4, 2023

Producción de embriones in vitro. Maduración in vitro.

Durante la última fase de crecimiento folicular, el ovocito madura y su núcleo se prepara para llevar a cabo divisiones reductivas. La vesícula germinal se desintegra mientras que los cromosomas se condensan. El centrosoma se divide en dos centriolos alrededor de los cuales aparecen los ásteres. Estos ásteres se separan y se forma un huso entre ellos. Los cromosomas, en pares diploides, se liberan en el citoplasma y se acomodan en la placa ecuatorial del huso (Metafase I).
El ovocito primario sufre dos divisiones meióticas. En la primera, se forman dos células hijas, diploides. Una de las células resultantes de esta división contendrá la mayor parte del citoplasma: es el ovocito secundario. La otra célula contiene prácticamente sólo la dotación cromosómica, y se denomina primer corpúsculo polar (Ver figura).

La segunda división comienza poco después de la ovulación y se detiene nuevamente en la metafase de la segunda división meiótica (Metafase II). Esta división dará lugar a dos células haploides, una de ellas con la mayor parte del citoplasma, y un segundo corpúsculo polar. En el momento de la ovulación el ovocito es capaz de reanudar la meiosis, iniciándose así la fase de maduración nuclear. La meiosis del ovocito sólo finalizará con la fecundación; por tanto, el segundo corpúsculo polar y el pronúcleo femenino se forman en el momento de la fecundación.

El citoplasma del ovocito juega un papel primordial en el correcto funcionamiento del desarrollo subsiguiente a la fecundación, aportando la energía suficiente para el funcionamiento celular del
ovocito y los primeros estadios embrionarios.

La maduración citoplasmática es un proceso que implica la relocalización y modificación de algunos orgánulos celulares del ovocito, así como modificaciones post‐transcripcionales del ARNm acumulado durante la ovogénesis (Grøndahl, 2008). De este modo, durante la maduración citoplásmica se detectan diversos sucesos, la migración de los gránulos corticales, modificaciones en los retículos endoplásmicos liso y rugoso (Hyttel y cols., 1986) y fundamentalmente, en las mitocondrias, donde su organización y actividad metabólica son imprescindibles para la maduración citoplásmica del ovocito, así como para la correcta conclusión de la meiosis (Lonergan y cols., 2003).

Todas estas modificaciones son necesarias para el progreso del ovocito hasta un estado que permita su fecundación, bloqueo de la polispermia y desarrollo del embrión producido (Grøndahl, y cols., 2008).

Si quieres completar esta información, puedes dirigirte a las siguientes referencias:

Grøndahl C. (2008) Oocyte maturation. Basic and clinical aspects of in vitro maturation (IVM) with special emphasis of the role of FF-MAS. Danish Medical Bulletin; 55: 1-16.

Hyttel P, Greve T, Callesen H. (1986) Ul trastructure of in vivo fertilization in superovulated cattle. Journal of Reproduction and Fertility; 82: 1-13.

Hyttel P, Greve T. (1986) Ultrastructure of in vitro oocyte maturation in cattle. Journal of Reproduction and Fertility; 78: 615-625.

Lonergan P, Rizos D, Kanka J, Nemcova L, Mbaye AM, Kingston M. (2003b) Temporal sensitivity of bovine embryos to culture environment after fertilization and the implication for the blastocyst quality. Reproduction; 126: 336-346.

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